Canadá vs. Google

El 28 de junio de 2017 la Corte Suprema Canadiense le dió un duro golpe a Google cuando confirmó una sentencia que ordenaba al motor de búsqueda desindexar resultados de búsqueda en forma global.

La sentencia es importante por dos razones. La primera, que es la primera vez que se ordena a una empresa de Internet a desindexar resultados de búsqueda a nivel global y no solo en la jurisdicción del tribunal que la dictó. La segunda, que la orden viene de un país como Canadá, un celoso defensor de la Libertad de Expresión.

El fallo

Una PYME de software canadiense llamada Equustek Solutions INC. demandó a un distribuidor que comenzó a vender sus productos como si fueran propios, para lo que mal usó información confidencial e infringió la propiedad intelectual de la firma demandante. En un principio, el distribuidor se presentó ante la justicia y se defendió, pero pronto cerró su sede, dejó de intervenir en el proceso y continuó vendiendo estos productos, a través de Internet, desde una ubicación desconocida.

Para evitarlo, Equustek Solutions solicitó a Google desindexar el sitio web de este distribuidor. Google respondió que solo lo haría con una orden judicial y, por lo tanto, Equustek acudió a la justicia canadiense a pedir una medida cautelar. En cumplimiento de esta orden, Google desindexó 345 páginas web del distribuidor entre diciembre de 2012 y enero de 2013. Pero había un problema con esto: Google solo desindexaba los resultados de búsqueda en Google.ca, por lo que el distribuidor seguía vendiendo en el resto de las páginas de Google.

Equustek solicitó entonces una cautelar con alcance global en contra de Google, que la justicia canadiense le otorgó. El caso llegó a la Corte Suprema de Canadá, que el 28 de junio de 2017 confirmó la medida. (fallo)

Los argumentos de la Corte de Canadá

Para la Corte de Canadá el caso es sencillo: Equustek sufre un perjuicio irreparable si su ex distribudor, y ahora competidor, puede vender sus productos por Internet. Para evitar que esto siga sucediendo es necesario que Google preste asistencia para evitar que el distribuidor siga perjudicando a Equustek. Dice la Corte, y cito:

“El perjuicio en este caso sucede online y en todo el mundo. Internet no tiene fronteras: su hábitat natural es global. La única forma de lograr que la medida cautelar cumpla con su objetivo es aplicarla donde Google opera, que es en todo el mundo”.

Los abogados de Google habían argumentado que una medida cautelar global interfiere en la jurisdicción de otros países. Peor, en muchos de estos terceros países Equustek no podría haber obtenido una cautelar de este estilo (EEUU, por ejemplo, y tal vez Argentina luego del fallo Belen Rodriguez), para Google la cautelar canadiense podría violar la ley en estos países. A la Corte no la convencieron estos argumentos, porque si Google presenta evidencia que esta cautelar global viola la ley o la garantía de Libertad de Expresión en un tercer país entonces siempre puede pedir a la Corte de Canadá que modifique la media (en Canadá, como en Argentina, las medidas cautelares pueden ser modificadas luego de su dictado).

La Corte también se adelanta a responder a una posible crítica, que ya hizo la Electronic Frontier Foundation, por ejemplo. Esto es que la medida cautelar afecta la Libertad de Expresión al remover información o expresión de la Red. Cito de vuelta a la Corte:

“Esta no es una orden para remover información lo que afectaría la libertad de expresión. Es una orden para desindexar sitios webs que están violando las sentencias de los tribunales. Esta Corte no ha aceptado, hasta ahora, que la Libertad de Expresión exiga para su vigencia que se facilite la venta ilegal de bienes o servicios”.

Las consecuencias del fallo. Google contraataca (en EEUU)

A veces, cuando la justicia cierra una puerta, deja abierta una ventana. Otras veces los litigantes creen ver una ventana donde solo hay la más firme de las paredes.

Esto viene a cuento porque la Corte de Canadá dijo que Google no había presentado evidencia que la cautelar global violara las leyes de un tercer país. Google, aparentemente, vio una ventana porque sus abogados acaban de presentar una demanda en contra de Equustek en California, EEUU, para prevenir que la cautelar se aplique en Estados Unidos (link). Si la justicia en este último país falla a su favor,  Google seguramente volverá a Canadá a tratar de abrir esa ventana… o a derribar esa pared.

 

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